lunes, 21 de mayo de 2012

Poder sin poder


El iman penso que podía conseguir favores del emir de Toledo Al-Qadir por el códice. El iman solo quería ponerle frente a Alfonso VI.

Pero mucho después en el año 1083 Alfonso VI pacta con Al Qadir la entrega de Mayrit a los cristianos.

El iman muy cobarde huye al sur con el códice de Liebana y todos pierden la pista del iman.




CONTINUARÁ...

lunes, 30 de abril de 2012

La muerte de Ahmed.

Resbaló y el códice callo al suelo, rápidamente Alfonso VI se dio la vuelta y vio que  estaba intentando levantarse, Alfonso le ayudó.
Alfonso al ayudarle vio una esquina de ese códice, le pregunto: - Amable señor, ¿Que lleva usted allí?.
Ahmed respondió: - Un libro de mis antepasados.
Ahmed se fue corriendo, Alfonso sospechó.
  
Alfonso fue a hablar con el iman, le dijo que sospechaba de Ahmed, entonces empezaron la búsqueda de nuevo.
 Un día, el iman se encontró con Ahmed en un camino estrecho. Rápidamente este se fue corriendo, pero el iman lo encontró y lo mato. El iman obtuvo ese códice.

Este fue a la mezquita, y lo guardó en un sitio secreto. 
Continuara...


jueves, 26 de abril de 2012

El resbalón.



Ya en 1082, las tropas cristianas de Alfonso VI avanzaban sigilosamente a el sur.

En Mayrit , al imán de una de las tres mezquitas  le llego la noticia de que el valioso libro que fue robado camino de Santiago de Compostela. Este libro, podría estar en Mayrit y podía debilitar a las tropas cristianas.


 El imán de la mezquita mandó a la surta a buscar ese valioso libro.

Al oír esto el joven, tuvo que estar alerta porque las tropas cristianas podrían ir a por el en cualquier momento. Un día paseando por las calles de Mayrit, se encontró al Rey, y justo en ese momento, de los nervios que tenía Ahmed de que le pillaran con el libro sagrado, se le resbalo y...

Ahmed.

Ahmed, era un musulmán que luchaba con las tropas de el emir árabe, y que en aquella razia, el códice callo en sus manos.
Al ver que el libro era muy valioso, ya que había grabados escritos sobre oro, se lo escondió en sus ropas y se lo llevó consigo.

El muchacho, se dirigía hacia Mayrit en busca de trabajo.
Se sentía muy cansado, entonces se alojó en una fundaq, un pequeño hotel.


En aquel sitio, se encontró a un mercader de especias, que le ofreció trabajo en el zoco de Mayrit. El joven empezó a trabajar.




Años después , el seguía guardando ese códice con cuidado, pero paso algo que revoluciono a todas las personas...

CONTINUARA

lunes, 23 de abril de 2012

La oferta

La oferta del francés era muy buena; pero, Sofía y yo teníamos que pensárnoslo. Después de esto Pramón debía partir a su pais. Sofía y yo no podíamos mandar a matar ha esos hermanos así por así.
El comerciante francés ya cerca de Ribagorza de camino a Francia le sorprende una emboscada (razzia) de los musulmanes. Tras esta emboscada Pramón no resulta herido; pero pierde todas sus cosas entre ellas el beato de Liébana. Ahora el beato de Liébana pasó a las manos de un muchacho musulmán que después de esta emboscada partió a Mayrit (tierra de musulmanes).

viernes, 20 de abril de 2012

El francés.




Mi marido Edmundo y yo, queríamos conquistar el imperio Cristiano.

Cuando  planeando el ataque, un francés llamado Pramón, se acercó a nosotros queriendo vendernos un códice, dicho códice era el que el rey y los hermanos buscaban.



¿Los reyes aceptarán el códice con la condición de que al francés se le entregasen muertos los cuerpos de los hermanos?



CONTINUARA…




Publicado por Sofia.

El Beato.

Cuando Alfonso VI vio al monje gritar, (un señor mayor con barbas y una bata blanca), gritaba porque habían robado el Beato, el Rey, se sobresaltó al ver que habían robado el Beato de Liébana.
El Beato era un manuscrito ilustrado entre los siglos IX y XI.

El rey al vernos a mi y a mi hermana Mouna correr con el Beato en mano mandó a sus soldados para que nos atraparan, pero no lo consiguieron: somos demasiado rápidos.

Solo hubo un problema, pero era bastante gordo, un francés que pasaba por el sitio donde huíamos como locos, me quitó el Beato mientras corría pero no me detuve porque si no, nos pillaban y no era el mejor momento para castigos. Ahora el francés tenía el Beato, pero no nos dimos por vencidos.

¡¡¡¡ Lo recuperaríamos !!!!!!!!